¿Eléctrico o de gas?
Después del largo invierno, ya tenemos aquí el verano. Ahora empezamos a pasar cada vez más tiempo fuera y muchos restaurantes abren sus zonas al aire libre durante unos meses. Sin embargo, al atardecer todavía hace frío y en muchos sitios utilizan algún tipo de calefactor para mantener una temperatura confortable, incluso cuando es de noche.
El panel radiante eléctrico tiene un consumo energético más eficaz porque todo el calor se enfoca sobre una superficie de calefacción que, a su vez, refleja el calor. Con un calefactor de gas, parte de la energía se usa para calentar el aire de alrededor, una energía que desaparece.
El panel radiante eléctrico es más seguro que un calefactor de gas. No es necesario manipular botellas de gas inflamable, que siempre conllevan cierto riesgo. Tampoco hay llamas abiertas como en un calefactor de gas.
La llama del calefactor de gas también es sensible a las corrientes. Un panel radiante eléctrico, por el contrario, puede instalarse incluso expuesto al viento y a la intemperie.
Un panel radiante eléctrico requiere un mantenimiento mínimo, a diferencia de los calefactores de gas en los que el suministro de gas debe sustituirse cada cierto tiempo. Las mangueras y válvulas también deben limpiarse con regularidad para garantizar que el aparato funcione correctamente, lo que no es necesario con un panel radiante eléctrico.
El panel radiante eléctrico empieza a calentar nada mas pulsar el botón. No hay que esperar a que la bombona de gas caliente el sistema para sentir el resultado.
En algunos lugares, como en terrazas y balcones acristalados, el suministro de oxígeno puede ser limitado para permitir el uso de un calefactor de gas. A medida que se quema el gas, consume oxígeno para mantener la llama.
El gas también desprende al arder dióxido de carbono, lo que contribuye al efecto invernadero. Esto puede evitarse con un panel radiante eléctrico.
Los paneles radiantes eléctricos modernos son muy eficaces, incluso los más pequeños. Esto facilita mucho su ubicación y no limitan el espacio en la terraza.
También hay paneles radiantes eléctricos que pueden colocarse directamente debajo de un toldo o una sombrilla. Esto sería imposible con un calefactor de gas, ya que la llama abierta es peligrosa cerca de tejidos y otros materiales inflamables.
Los costes de explotación también favorecen más a los paneles radiantes eléctricos. Una botella de gas de tamaño normal sólo suele durar medio día y después es preciso sustituirla. Los paneles radiantes eléctricos utilizan una cantidad de electricidad mínima en relación con el calor que desprenden.