Por muy atractivas que resulten las puertas y entradas abiertas, lo cierto es que provocan pérdidas de energía considerables y costosas, y un ambiente interior deficiente en general. En este artículo descubrirá por qué.
Ahorrar energía ha sido siempre importante, sobre todo, con el aumento de los precios. Según Eurostat, en el primer semestre de 2022, el precio medio de la electricidad en la Unión Europea (UE) aumentó considerablemente en comparación con el mismo periodo de 2021, pasando de 22,00 euros por 100 kWh a 25,30 euros por 100 kWh.
El precio medio del gas también se incrementó en comparación con el mismo periodo de 2021, pasando de 6,4 euros por 100 kWh a 8,60 euros por 100 kWh en el primer semestre de 2022. Más recientemente, los precios al por mayor de la electricidad y el gas se han elevado sustancialmente en toda la UE. Varios informes de prensa apuntan a que esta tendencia se mantendrá. El creciente énfasis en el ahorro energético también puede asociarse al hecho de que cada vez existe una mayor concienciación sobre la necesidad de actuar de forma sostenible ante los alarmantes efectos del cambio climático.
Garantizar el ahorro energético es fundamental para ahorrar dinero y evitar que los costes operativos se disparen, un motivo de preocupación para negocios comerciales tales como restaurantes, instalaciones industriales, minoristas del ramo de la alimentación, centros comerciales y el sector de los pequeños servicios públicos. También es necesario asegurar la sostenibilidad de la empresa en un contexto en el que los precios de la energía son cada vez más altos y la presión por reducir el consumo energético al mínimo es cada vez mayor.
Tiendas, comercios e instalaciones se esfuerzan para estar más pendientes del cierre de sus puertas. Aunque esta buena práctica debería fomentarse como norma, lo cierto es que, incluso si las puertas permanecen cerradas la mayor parte del tiempo, cada vez que cumplen su función, es decir, permitir la entrada y salida de personas, provocan pérdidas considerables de un aire que ha costado muy caro calentar o enfriar. La finalidad de una puerta de acceso es permitir la entrada y salida de personas y mercancías. Por lo tanto, siempre va a ser necesario abrirla, lo que conduce inevitablemente a una pérdida energética.
Esta pérdida energética se produce debido a las infiltraciones de aire, también conocidas como «fugas de aire», a menudo causadas por la introducción involuntaria o accidental de aire exterior en un edificio a través de las puertas de entrada o cualquier rendija que pueda haber en el cerramiento.
La cantidad de aire que sale por una puerta abierta depende de la diferencia de presión entre el aire interior y el exterior, que, a su vez, depende de tres factores:
Diferencia de temperatura entre el interior y el exterior
Diferencia de presión entre el interior y el exterior
Velocidad del viento que entra por el hueco de la puerta
En pocas palabras, si las condiciones que hay a un lado de la puerta difieren de algún modo de las que hay al otro lado, se producirá una corriente de aire por el hueco de la puerta. Cuando una puerta se abre, el aire circula para equilibrar las diferencias de presión y temperatura. En locales calefactados, sale aire caliente y entra aire frío. El viento que sopla en dirección de la puerta también influye en el flujo de aire.
Un estudio de la AMCA ha puesto de manifiesto que las infiltraciones de aire pueden suponer hasta el 18 % de la pérdida total de calor en los edificios comerciales. Además, el estudio evidencia que las filtraciones a través de los huecos de las puertas llegan a ser bastante significativas cuando estas se utilizan con frecuencia, como en restaurantes, tiendas minoristas, supermercados, oficinas y hospitales.
Teniendo esto en cuenta, es esencial aplicar medidas que permitan ahorrar energía de forma eficaz y eficiente en las puertas de entrada. Las cortinas de aire crean una barrera de aire invisible en entradas y puertas que separa las zonas a temperaturas diferentes sin limitar el acceso de personas y vehículos. Así pues, las pérdidas de aire calefactado o refrigerado por el hueco de la puerta se reducen considerablemente con cortinas de aire bien instaladas.
En la segunda parte de esta serie analizaremos por qué el uso de cortinas de aire es fundamental para ahorrar energía y proteger el entorno de trabajo.